Blogia
Rumbo a Alemania

Fernando Redondo: un "5" a la antigua usanza argentina

--------- por Alejandro Ciriza Istúriz ---------


Elegancia en estado puro
El fútbol mundial, y el fútbol argentino en concreto, dice adiós al que ha sido uno de los jugadores más emblemáticos de la última década. Lamentablemente, Alemania no será testigo del fútbol desarrollado por el que según algunos ha sido el mejor mediocentro de los últimos tiempos. De fuerte personalidad, Fernando Carlos Redondo ha puesto fin a una brillante carrera donde los títulos y las lesiones han sido los protagonistas esenciales. Con él se va un estilo y una elegancia futbolística inimitables. Después de militar en equipos de gran prestigio como el Real Madrid, el Milán y la selección argentina, Redondo ha anunciado su retirada a pesar de contar con diversas ofertas sobre la mesa.


Los primeros pasos de Redondo en el fútbol se encuentran en Argentinos Juniors, equipo en el que destacó rápidamente por sus dotes de líder y su inconfundible manejo del balón. Diversos clubes europeos se interesaron por sus servicios, pero el Tenerife fue la escuadra que más fuerte apostó por él y finalmente recaló en la isla. Posteriormente, la marcha de su entrenador Jorge Valdano al Real Madrid hizo que Redondo abriera sus horizontes y emprendiesen un camino conjunto.


Cuando lo difícil se hace fácil


De este modo, Redondo cumplía uno de sus sueños y tomaba el testigo del que fue uno de sus ídolos de infancia Alfredo Di Estéfano. Precisamente es en el Real Madrid donde Redondo ha cosechado sus mayores éxitos: 2 Ligas, 2 Copas de Europa, 1 Supercopa y 1 Copa Intercontinental. Para el recuerdo la mítica jugada que protagonizó en el estadio inglés de Old Trafford, donde después de dejar sentado a su defensor mediante un espléndido taconazo sirvió en bandeja el decisivo gol que sentenciaba la eliminatoria a favor del conjunto blanco.


Tras una década de éxitos en el fútbol español, Redondo hizo las maletas ante las protestas de los seguidores madridistas y marchó a Milán. No se puede decir que la experiencia de Redondo en tierras italianas haya sido buena. La fragilidad de sus rodillas dictaron sentencia y Fernando se tuvo que limitar a ver los partidos de su equipo desde las gradas la mayoría de las veces. El 19 de agosto de 2000 fue el inicio del fin. El ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha estalló para dar paso a un calvario de recuperaciones y posteriores recaídas que se alargaron durante 26 meses.


Personalmente echo en falta en la figura futbolística de Redondo un aspecto esencial en la vida de toda estrella balonpédica. A pesar de ser uno de los jugadores argentinos más reconocidos de la historia, Redondo (35 años) ha disputado tan sólo una cita mundialista: Estados Unidos 94’. En 1990 desestimó la convocatoria de Carlos Bilardo por tener que presentarse a unos exámenes, y en el año 98’, su melena fue fruto de una polémica discusión con Pasarella que a posteriori le impediría acudir a la cita francesa.


En resumidas cuentas nos encontramos ante uno de los mejores “5’s” que ha proporcionado la historia del fútbol en los últimos tiempos. Clase, elegancia y personalidad definen a un jugador que, a buen seguro, echarán en falta todos los aficionados al buen fútbol. Una vez más, emplazo a los lectores habituales de Rumbo a Alemania a que viertan sus opiniones y despidan a su ídolo. Y estad atentos a mi post de la semana que viene porque tratará sobre otra figura mundial. Os doy una pista: ésta semana, su nombre se ha bañado en oro. ¿Lo sabéis ya? Hasta la semana que viene. Un cordial saludo.

2 comentarios

eras -

Nunca perdonaremos lo que hizo Florentino con él, aunque hay que reconocer que le salió bien. Fernando Redondo es el mejor medio centro que he visto en mi vida. Elegante o contundente, todo cabía en este jugador único. Quizás le faltó gol, pero la resolución era cosa de otros. En lo suyo, era el mejor. Siempre contigo Redo.

Anónimo -

Realmente es una pena que no podamos disfrutar mas a menudo de jugadores como Redondo. Pero creo que nunca esta de mas dedicarle unas lineas.
Animo con la web